Cada día, nada más entrar en clase, íbamos a ver el terrario. Los niños pequeños de otras clases se quedaban soprendidos al verlo. Pasaban cosas alucinantes:
- Las mantis cazaban y se comían a los saltamontes.
- Las langostas daban saltos enormes, se oían los golpes y nos parecía curioso.
- Descubrimos que las mantis también comían carroña y a individuos de su propia especie.
- Una mantis puso huevos.Poco después, murió.Otra se quedo vigilando los huevos.
Hemos vaciado el terrario, hemos metido los huevos en una caja y la hemos subido al desván.
En primavera, pondremos todo en marcha y colocaremos los huevos en su sitio.
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