Poco a poco, los gusanos se fueron poniendo más blancos y empezaron a soltar un hilo de seda, para formar un capullo. Ellos se quedaban dentro.
Al cabo de un tiempo, hicieron un agujero en la parte de arriba del capullo y empezaron a salir las mariposas. Cada gusano se había convertido en mariposa.
Más tarde, estas mariposas pusieron huevos en la pared de la caja de cartón en la que los teníamos.
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